Si le apetece y lo desea, entre. Pase. No se quede en la puerta. No va a necesitar permiso para compartir esta ventana. Sobre ella habita un don nadie al que le gusta observar cuanto sucede a su alrededor.
Espero sepa perdonar si en ella aún predomina cierta inmundicia. Han sido varios los años que ha permanecido cerrada por cuestiones y motivos heterogéneos. Esta reapertura es ahora como podría haber sido antes. O después. Pero, ¡qué más da! Es en estos momentos cuando de nuevo vuelvo a entablar el diálogo sosegado, ameno y pausado. También crítico. Es ahora cuando sobre mis manos se eleva este mundo que poco, o nada, se diferencia del otrora.
Tras mi espalda, la experiencia acumulada. Ante mis ojos, un horizonte lleno de incertidumbre y miedo. Sobre estas líneas, la fuerza y energía necesaria renovadas. No es un regreso. Tampoco una reapertura. Menos aún una resurrección. Se trata solamente de un nuevo cuaderno que empiezo a escribir desde cero. Si lo desea, escribámoslo juntos.
Sean bienvenidos a vuestra casa, a vuestro mundo, que también es el mío. Cojámoslo con nuestras manos. Él lo agradecerá. Gracias.
Espero sepa perdonar si en ella aún predomina cierta inmundicia. Han sido varios los años que ha permanecido cerrada por cuestiones y motivos heterogéneos. Esta reapertura es ahora como podría haber sido antes. O después. Pero, ¡qué más da! Es en estos momentos cuando de nuevo vuelvo a entablar el diálogo sosegado, ameno y pausado. También crítico. Es ahora cuando sobre mis manos se eleva este mundo que poco, o nada, se diferencia del otrora.
Tras mi espalda, la experiencia acumulada. Ante mis ojos, un horizonte lleno de incertidumbre y miedo. Sobre estas líneas, la fuerza y energía necesaria renovadas. No es un regreso. Tampoco una reapertura. Menos aún una resurrección. Se trata solamente de un nuevo cuaderno que empiezo a escribir desde cero. Si lo desea, escribámoslo juntos.
Sean bienvenidos a vuestra casa, a vuestro mundo, que también es el mío. Cojámoslo con nuestras manos. Él lo agradecerá. Gracias.